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02 abril, 2007

Caigámonos mal

El viernes pasado, leyendo el ADN (jejeje hay que hacer publicidad
de vez en cuando) me encontré con un artículo escrito por Risto Mejide.
Lo empecé a leer por morbo, pero a medida que se acababan las líneas del primer párrafo, me entró esa curiosidad de seguir leyendo y al final me enganché al texto hasta el final. Ya sé que Risto no es el mejor periodista del mundo mundial pero hay que reconocer que ingenio no le falta. Y direis, ¿ de qué puede hablar Risto en el ADN?
Pues de qué va a ser, de "porqué prefiere no caernos demasiado bien".
Con el título "Caigámonos mal" dio una serie de razones bastante convincentes.
Resumidas pero en palabras textuales, ahí van:

1-Porque no quiero nada de tí. Si te fijas, tal y como está el patio, el que intenta caerte bien es porque quiere sacarte algo.

2-Porque quiero que tú y yo nos ignoremos tal y como somos. Existe un efecto autoaniquilador provocado por la educación: eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca. ¿Cómo vamos a ser personas sanas y equilibradas si para encajar y ser queridos por nuestros padres, amigos y entorno hemos tenido que eliminar de nuestro carácter todo aquello que les molestaba?

3-
Porque necesitamos gente que nos caiga mal
. Es un lado oscuro y poco agradable de la naturaleza humana, pero que complementa y redondea la capacidad de amar y querer de una perosna adulta. Ni siquiera Jesucristo cayó bien a todo el mundo, imagínate los demás ( está frase me ha llegado jajaja).

4- Porque nos define mucho más lo que negamos que lo que aceptamos. La diferencia no está en lo que compras, sino en lo que decides no comprar. No está en si tienes móvil, sino en cuándo decides apagarlo.

5-
Porque hoy en día, con asociaciones para la defensa de cualquier persona, animal o cosa, cuando dices algo, molestas a alguien
. O dicho de otro modo, si cuando hablas nadie se molesta, eso es que no has dicho absolutamente nada.

Al final, como decía mi abuela, no se trata de no tener amigos, porque eso es tan imposible como tener demasiados. Lo que sí tiene sentido es vivir lo suficiente como para que tus enemigos, algun día, desde su intimidad más inonfesable, no lo puedan evitar y por un momento...se avergüencen de serlo.

rmejide@diarioadn.com

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